miércoles, 30 de junio de 2010

Capítulo 10 - Más aliados

Suena un teléfono, un chico lo coge.
- Eloise? – dice el chico.
- Sí – contesta Eloise desde el otro lado – ya lo he conseguido, irás en el primer grupo de soldados.
- De acuerdo – dice el chico – qué debo hacer?
- Asegúrate de que la gente de la isla esté a salvo – dice Eloise.

Uno de los soldados entra en una casa de los Barracones y encuentra a Jennifer Gale atada a una silla.
- Vamos – dice Jennifer – desátame.
- Lo siento – dice el soldado – son las órdenes.
En ese momento apunta con su arma a Jennifer y le dispara en la cabeza.
El grupo de soldados se reúne en el jardín.
- Debemos ponernos en contacto con Hanso – dice el que parece ser el líder.
- Bruce – dice uno – todavía hay interferencias.
- Todavía no deben haber llegado al Espejo aquellos dos – dice Bruce – bien, nosotros iremos a perseguir a los hostiles que han escapado, vamos!
El grupo se pone en marcha de camino a la selva.

Flashback
Thomas Mittelwerk está en un escenario, dirigiéndose a un gran número de personas. Entre los asistentes se encuentran los directivos de la Fundación Hanso, Jennifer Gale, Eloise y Walt.
- Mientras el primer grupo está en la isla, todos los demás esperaran en los barcos hasta nueva orden. El primer grupo deberá ponerse en contacto con nosotros antes de dos días. Pasado ese tiempo, si no tenemos noticias nos veremos obligados a entrar en la isla y terminar el trabajo. Señores, ustedes han sido entrenados especialmente para misiones en la isla, les hemos dado toda la información que necesitan. Cómo presidente de la Fundación Hanso, doy por comenzado el Protocolo Araña. Buena suerte.
Flashback

Dos soldados están en la playa observando un cable que se adentra en el mar. Se ponen el equipo de buceo y se sumergen en el agua siguiendo el cable.
Llegan al Espejo y salen del agua con sigilo en busca de los hostiles. Se acercan a la sala de control pero no hay nadie dentro. En el momento en que se dan la vuelta reciben un disparo y caen al suelo. Gracias a la protección están ilesos, pero las dos mujeres que les han disparado se abalanzan sobre ellos. Una de las mujeres quita el casco a un soldado, permitiendo así tener una parte del cuerpo vulnerable. Los cuatro pelean durante un rato, repartiendo puñetazos y patadas para conseguir alguna arma. El soldado sin casco consigue liberarse de la mujer y recoge su arma. Justo después se dirige hacia los otros dos que pelean, en que la mujer tiene al soldado retenido en el suelo. La mujer suelta al soldado, levanta las manos y oye un disparo.
En ese momento, el soldado sin casco cae al suelo sin vida.
Las dos mujeres se quedan muy sorprendidas, mirando al soldado que queda vivo, sin entender lo que acaba de pasar. El soldado se levanta y se quita el casco, mostrando así su cara y su cabello rizado.
- Tranquilas – dice el chico – estoy de vuestra parte.
- Quién eres tú? – pregunta una de las mujeres.
- Me llamo Charlie Hume.

Flashback
Eloise está hablando con Walt.
- Oye Walt – dice Eloise – quiero que consigas ir en los barcos de la isla, porque necesitaré que me tengas puesta al día.
- Y qué pasa con los 6 de Ajira? – pregunta Walt.
- Después de la desaparición de Rachel Blake, temo que Mittelwerk secuestre también a ellos. Sabía que este momento llegaría, así que recluté a algunos soldados que fueran de confiar y los entrené para esta ocasión. Unos cuantos están protegiendo la iglesia donde está Desmond y Penny en este momento, el resto se vendrá conmigo a la isla.
- Tenemos suficientes aliados? – dice Walt.
- Que se queden en tierra sí, pero en los barcos sólo a ti. Y a Charlie Hume – añade Eloise – que está infiltrado entre los soldados del primer equipo.
Flashback

El grupo de soldados camina por la selva con sigilo, en busca de los hostiles que han escapado. De repente empiezan a oír sonidos a su alrededor, susurros, voces. Los soldados se asustan y van en busca de su origen, pero los oyen por todas partes, cada vez más fuerte y cerca de ellos.
Todos están nerviosos y confundidos, algunos se quitan el casco para taparse las orejas, pero es inútil, otros empiezan a disparar hacia la nada.
- No nos avisaron de esto!! – dice uno.
Antes de que los demás puedan hablar aparecen los Otros a su alrededor, abalanzándose sobre ellos por todas partes, forcejan durante un rato y al fin los Otros consiguen eliminar a todo el equipo de soldados. Seguidamente todos lanzan gritos de victoria y aplausos. Emma es la única que sigue con cara de preocupación.
- Que te pasa? – le pregunta Cindy.
- No lo sé – dice Emma – tengo la sensación de que esto no ha acabado. De todas formas, iremos al Templo igualmente.

Charlie entra en la sala de control del Espejo, donde hay una ventana tapiada. Se queda un rato pensando: Mi padre me contó lo que sucedió aquí.
- Eloise me dijo que debíamos cortar las interferencias para que pudiera contactar con Walt.
- De acuerdo – dice una de las mujeres.
Seguidamente pulsa una serie de botones y la luz amarilla deja de parpadear.

Eloise y los demás están sentados en la selva, escuchando atentamente las explicaciones del hombre misterioso.
- Así que fuimos nosotros quienes pusieron la piedra en la cueva.
- Un momento – dice Aaron – estás diciendo que ese humo negro puede volver a aparecer?
- Si, pero acabemos descubriendo que la persona que entrase se convertiría en el humo sólo si en ese momento domina el mal en el interior de la persona.
- Pero tú nos has dicho que tu amigo Anubis no era mala persona. – dice Hurley.
- Eso debió ser porque al alcanzar por primera vez la energía, el impacto debe de ser mucho mayor, y fue mi amigo quién lo recibió primero.
Amen se gira y mira a Ben.
- Recuerdas cuando fuiste a la sala bajo el Templo para ser juzgado por el humo?
- Claro – contesta Ben.
- En la pared había la representación de un dios junto al dibujo de una columna de humo negro – explica Amen – yo participé en su construcción. Podríais haber deducido que hubo otros humos negros antes que el que provocó Jacob, ya que esos dibujos son anteriores a él.
- Y qué pasó con la población de hombres de cuatro dedos? – pregunta Ji Yeon.
- Cada pregunta que hagáis conducirá a otra pregunta, y ahora no tenemos mucho tiempo. Terminaré de explicároslo todo cuando lleguemos al Templo.

El soldado Bruce abre los ojos y mira a su alrededor. Está malherido y no se puede levantar. Coge su teléfono y se da cuenta de que ya no hay interferencias, de manera que pulsa un botón y se lleva el teléfono al oído.
- Que sucede? – dicen por el teléfono.
- Tenéis que venir ya!! – dice Bruce enfadado.

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