miércoles, 30 de junio de 2010

Capítulo 9 - Luz engañosa


Una mujer está tumbada en el suelo, rodeada por muchas otras, que le ayudan en su parto. Después de muchos esfuerzos nace un niño, pero la madre muere unos minutos después. Las mujeres le ponen el collar de la madre al niño, un collar con un ankh colgado.
Una de las mujeres se dirige a una sala del Templo donde hay un hombre sentado en un trono.
- Seguimos teniendo problemas para traer nuevas vidas a este mundo – dice la mujer.
- Nuestra diosa Tueris no está contenta – dice el hombre – debemos hacerle honor mostrándole nuestra fidelidad. Ordenaré la construcción de una gran estatua al lado del mar.

Dos niños corren por la selva con una lanza, persiguiendo a un jabalí. Finalmente se les escapa.
- Amen, se te ha escapado – dice un niño – no sabes cazar.
- Cállate Anubis – contesta el niño del collar. – tu tampoco sabes mucho.
Los dos se dirigen de vuelta a casa cuando encuentran una cueva por donde entra el agua. Deciden entrar para investigar, pero al ver que no pueden bajar por la cascada deciden ir a por unas cuerdas.
Cuando llegan al Templo ven una gran discusión.
- Qué ocurre? – preguntan los niños a una mujer.
- Vamos a tener otra guerra con nuestros enemigos – dice la mujer – aquellos con un dedo más que nosotros.
Seguidamente un grupo de guerreros pone rumbo a la selva.

Dos chicos, de unos 20 años, están atando unas cuerdas a un árbol, y se preparan para entrar en una cueva.
- Siempre quisimos entrar aquí – dice uno – lo recuerdas, Amen?
- Claro – contesta Amen, que lleva un collar en el cuello con un ankh.
Amen y Anubis entran en la cueva, y encuentran un pequeño estanque con agua. De repente, sus lanzas se les escapan de las manos y quedan pegadas en el fondo del estanque. Los dos se miran y salen corriendo de allí.
Llegan al Templo muy alarmados y se dirigen a su señor.
- Hemos encontrado otro punto extraño – dice Amen – y éste parece ser mucho más poderoso.

Un grupo de hombres está cavando en el interior del estanque, entre ellos están Amen y Anubis. Después de muchos esfuerzos abren una brecha por donde se filtra el agua, y ven salir una potente luz. Hacen el hoyo más grande, y Anubis, que se encuentra más cerca, recibe una gran descarga, seguidamente cae al suelo y se retuerce de dolor. Pronto empiezan una serie de pequeños terremotos, y el resto de hombres se asustan.
- Hemos despertado el Mal!! – dice uno.
- Debemos volver a tapar el agujero para evitar que salga!! – dice otro.
Entre todos, excepto Anubis, que sigue en el suelo, arrancan una gran estalagmita.
- La colocaremos de barrera provisionalmente hasta que tallemos una mejor – dice Amen.
Justo en el momento en que la colocan, se oye un fuerte estruendo, y Anubis, que estaba en el suelo, se convierte en una gran nube de humo, que arrastra a los demás fuera de la cueva.

Amen se despierta en el agua que hay en frente de la entrada de la cueva, de donde sale una brillante luz, y siente su cuerpo diferente. Amen vuelve a entrar en la cueva, y ve el estanque lleno de agua, con una piedra en el centro, de dónde sale una bonita luz. En un lado de la cueva encuentra el cuerpo de su amigo Anubis. Amen sale de la cueva, muy triste, porque sabe que al alma de su amigo ha sido poseída por el propio Mal, y se dice a sí mismo:
- Protegeré este lugar, para asegurarme de que nadie intente alcanzar la engañosa luz, y evitar que les suceda lo mismo que a mi mejor amigo.

LOST

No hay comentarios:

Publicar un comentario